Gibraltar, ¿a quién le importa?

Os voy a decir dos cosas sobre mi, una es que soy español y la otra es que, aún así, me importa una soberana mierda Gibraltar.

No sé porqué en este país donde tenemos tantísimos problemas y donde cada día está más claro que no por ser de aquí somos dueños del país ni de nuestras propias vidas, tenemos que preocuparnos de qué puñetera bandera ondea en ese puñetero pueblo de Andalucía. No, no soy probritánico ni nacionalista gibraltareño, es solo que esa tontería de “Gibraltar español” me tiene ya hasta las narices. ¿Por qué nadie protestaba por las bases militares estadounidenses que había también sobre suelo español? Bueno, sí, hubo gente que protestó y no era precisamente la misma que vocifera que Gibraltar es español. ¿Por qué a nadie le importa que España se haya convertido en una provincia bananera de la Unión Europea, de la cual de momento no está sacando nada bueno? Pues os voy a decir la razón de esto, porque el español medio es un puto borrego. Basta con que unas pocas cadenas de televisión digan que 2 + 2 son 5 para que se lo crea y así poco a poco le van robando lo que es suyo. Pero mientras tanto ojito con Gibraltar, cuidado que esa microscópica mancha en el mapa hispánico resulta que es una ofensa a nuestra soberanía y es una deuda pendiente de nuestro país. ¿Pero qué soberanía? Si llevamos a saber cuanto tiempo vendidos ya, obedeciendo órdenes de instancias superiores que nadie entiende y de las que jamás nadie dice nada malo como este conglomerado absurdo de Estados que se llama Unión Europea.

Mientras aquí el borrego hispánico sacia su sed de patriotismo gregario casposo el gibraltareño medio, aquel a quien sólo debería importarle quien gobierne en esa insignificante localidad, no solo se limpia el culo con la bandera de España sino que además lo hace con un marcadísimo acento andaluz, para más rabia del anexionista español.

Yo hace años estuve en Gibraltar y aún notándoseme el acento madrileño a la legua puedo asegurar que absolutamente nadie me trató mal y por su puesto, las calles estaban extremadamente limpias, cosa que un nativo de la piel de toro como yo no está muy acostumbrado a ver en este país.

Aceptadlo ya de una vez, Gibraltar no va a ser nunca español porque los gibraltareños se niegan a serlo y esa voluntad es incuestionable. Según todas las leyes y tratados sobre descolonización para que un territorio sea anexionado a otro debe contarse con el respaldo de la voluntad de sus habitantes. ¿Creéis que los gibraltareños van a querer unirse? No me hagáis reír.

¿Queréis más razones? Para empezar los políticos y la gente poderosa de España, por mucho que hable del tema, no quiere perder el tener tan cerca semejante paraíso fiscal y menos aún cuando este se haya limítrofe a Andalucía, región particularmente torturada y desangrada por todo tipo de delincuentes de guante blanco y mafiosillos de tres al cuarto los cuales son, paradójicamente, los primeros en apuntarse al slogan ridículo del “Gibraltar español”.

Ataulfa os da un consejo sobre este tema: Olvidaos ya de ese pedrusco inútil, de ese diminuto pueblo y de esa población que se niega a ser compatriota vuestro. Mientras vosotros babeáis ante tan innecesario hueso otros perros más grandes os están robando vuestra comida por detrás.