Malditos programas del corazon

Hace años que le tengo declarada la guerra a los programas del corazón, que bajo mi juicio son el mas claro símbolo de la decadencia humana. Espacios reservados a que unos don nadie y famosetes del tres al cuarto se lucren contando sus miserias que encima la gente consume con avidez. Cada miércoles millares de revistas inundan nuestros kioscos y sus cifras de ventas se encuentran entre las mas altas.



Pequeña sugerencia de que hacer con todas las revistas del corazón


No dejo de preguntarme el por que del éxito de la prensa rosa. ¿Tan vacía es la vida de las personas, que tienen que recurrir a la vida de los demás? lamentablemente todo apunta a que la respuesta es afirmativa. Millones de españoles necesitan conocer cada semana las andanzas de Paquirrin, o los amores y desamores de la Pantoja, todos los datos sobre la reciente operación de la princesa Leticia, etc, ya que si no, no tienen tema de conversación en la peluquería y su vida pierde todo sentido. Lo mas triste que he llegado a ver es a dos chicas de unos 15 años sentadas en un banco y leyendo la cuore (revista la cual lee mi abuela) Si estos jóvenes son los que algún día levantaran el país, lo llevamos claro.

Otro dato alarmante es la increíblemente amplia franja horario que ocupan estos programas, prácticamente desde después de comer hasta la hora del segundo telediario (realmente es el tercero, pero ¿quien se acuerda del de la 7 de la mañana?) y las noches enteras de viernes si sábados en algunas cadenas.



Maria Patiño, una de las personas a las que mas ganas tengo de matar del mundo


Lo peor de todo no es que hordas de gentuza se lucren de este negocio; que cada uno ponga el precio que quiera a su vida personal. El verdadero problema es que si se vende, es porque la gente lo consume. Por mucho que tratemos de negarlo, este país sigue siendo un país de borregos y paletos, de cotillas y criticones, que pierde mas tiempo hablando de problemas ajenos que preocupándose de verdaderos problemas. Y la prueba es que el "que dirán" sigue siendo un estigma en nuestra sociedad incluso hoy día.

Para terminar quiero volver a recalcar mi mas profundo desprecio a las personas que crean, patrocinan, producen, dirigen, trabajan o consumen prensa rosa y programas del corazón