Aquí tenemos a ese tal Alonso en un pequeño momento de lucidez prestándole atención a cosas más interesantes que los cochecitos.
Desgraciadamente para muchas gentes esto sí es un motivo de admiración y por eso muchos publicistas, engañabobos profesionales por excelencia, lo han aprovechado y por esta razón no solo tenemos que ver a ese tío por todas partes. También tenemos que encontrarnos al Alonsito este de los huevos con su mono azul lleno de marcas en anuncios publicitarios de seguros de coches y hasta de relojes de lujo donde aparece con aires de machote duro de roer, cosa que me parece bastante patética. ¿Van a ser rentables y buenos los servicios de esas aseguradoras porque salga este gilipollas en el anuncio? ¿Van a dar bien la hora esos relojes porque se los ponga este ser en sus anuncios? No, pero la gente es tan soberanamente simple que piensan que así serán como él, como si tuviera algo de especial esa persona.
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